martes, 12 de abril de 2011

¿El tamaño importa?

Es un tema muy recurrente. Se habla tanto de ello que puede llegar a ser obsoleto y aburrido, sin aportar nada realmente nuevo a la discusión. Muchas veces se escucha que algún varón se encuentra acomplejado por el tamaño de su pene. Lo curioso es que, cuando ahondamos en la historia del mismo, encontramos que a menudo se trata de una idea bastante irracional y adquirida ya sea en la infancia o a los comienzos de la adolescencia.

Hay un momento en la vida del individuo en que compara su pene con el de otros varones. Comunmente, esto ocurre en los vestidores tras practicar deporte, en duchas públicas o en situaciones donde es posible ver a otros hombres desnudos. Que estén desnudos no implica que sea posible comprobar el tamaño real del pene en erección. Por lo general, las comparaciones ocurren entre penes flácidos, lo cual suele conducir a muchas confusiones e ideas equivocadas. La verdad es que es muy difícil determinar el tamaño que alcanzará un falo en estado erecto. Un pene puede aparentar un tamaño modesto en flacidez y, al tener una erección, puede alcanzar grandes dimensiones. Un pene flácido mide, en promedio, entre 8 y 10 cms. En excitación puede llegar a alargarse entre un 75% y un 120%. Muchas veces, cuanto más pequeño es en estado flácido, mayor será su capacidad de crecimiento, y viceversa.

En erección, el tamaño promedio está entre 13 y 15 centímetros. Se considera 'micropene' aquél que esta por debajo de los 7,1 centímetros de largo en máxima extensión. Por otra parte, un pene es grande con 17 ó 18 cms. A partir de los 20 cms. se puede considerar XL. El largo es mucho menos determinante que el grueso. Si es muy grueso puede dificultar la penetración. De hecho, un 'macropene' puede causar daño y dolor físico a la otra persona. En cualquier caso, son pocos los hombres con penes enormes. A pesar de todos los mitos al respecto, es posible decir que sólo existe una verdad universal: cada pene es único.

Aunque los penes erectos se ajustan al modelo biológico, éstos naturalmente suelen variar en cuanto a su tamaño, forma, color, longitud, ángulo de erección y forma del glande. Es importante recordar que dichas variaciones tienen poco efecto en las sensaciones y en la ejecución sexual. Dicho de otro modo, la óptima ejecución sexual de un varón a menudo tiene poco que ver con las dimensiones de su miembro y mucho más con la sensibilidad y capacidad de conectar con su pareja.

En todo caso, el placer no tiene que ver con el tamaño de los órganos sexuales y sólo supone un obstáculo para el orgasmo cuando la incompatibilidad sea extrema. Recuerda que la base de todo orgasmo son los juegos previos.

Besoooos!!!Fanny!!!

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