viernes, 25 de marzo de 2011

Querido Diario: Crónica de una mujer para ir al baño


Mi mamá es una experta y muy frecuentadora usuaria de los baños públicos. Cuando yo era chiquita me llevaba a estos lugares, me enseñaba a limpiar la "tapa" del inodoro con papel higiénico y luego ponía cuidadosamente tiras de papel en el perímetro de la misma.
Finalmente me instruía: "Nunca, nunca te sientes en un baño público"
Y luego me mostraba la famosa "posición" que consiste en balancearte sobre el inodoro sentandote en el aire sin que tu cuerpo haga contacto
con el inodoro.
Eso fue hace mucho tiempo.
Pero aún hoy en nuestros años más maduros, "la posición" es dolorosamente difícil de mantener cuando tu vejiga está a punto de reventar.

Cuando "tienes que ir" a un baño público, te encuentras con una cola de mujeres que te hace pensar que en el baño están los calzones de Brad Pitt están a la venta y a mitad de precio. Así que esperas pacientemente y sonríes amablemente(hipocritamente) a las demás que también están discretamente cruzando las piernas, y encima cuando están en grupo, hablando muchas estupideces que solo pueden hablar las mujeres en la cola para ir al baño y las cuales si tu estuvieras con amigas también las estarías hablando.
Finalmente te toca tu turno. Verificas cada cubículo por debajo para ver si no hay piernas. Todos están ocupados; Finalmente uno se abre y te lanzas casi empujando a la persona que va saliendo; Entras y te das cuenta que el seguro no funciona; no importa..."la sostendré con la mano", piensas.

Cuando quieres colgar tu bolsa de algún gancho que tendría que haber en la puerta....., no hay gancho, así que te lo cuelgas del cuello mientras miras como se balancea debajo tuyo, sin contar que te esta desnucando la correa, porque la bolsa está llena de "madres" que le fuiste tirando adentro en el transcurso del día (la mayoría de las cuales no usas), pero que las tienes por si acaso.

Pero volviendo a la puerta. como no tenía seguro, sólo tienes la opción de sostenerla con una mano, mientras que con la otra de un tirón te bajas el pntalon y la tanga y asumes "la posición" ...sientes alivio...Ahhhhhh..... Más alivio... y de repente suena el celular! -que esta obviamente en el bolso-. Ahí es cuando tus muslos empiezan a temblar.... Te encantaría sentarte, pero no tuviste tiempo de limpiar la tapa ni la cubriste con papel, así que te quedas en "posición" mientras tus piernas tiemblan tan fuerte que registrarían 8 en la escala de Richter, sin contar la salpicada finita del chorro que pega en la loza y que te moja los pantalones! y que seguramente se va a notar! por suerte el teléfono ya no suena.

Para alejar tu mente de esa desgracia, buscas el rollo de papel higiénico, peroooo, sorpresa !el rollo esta vacío...!. Tus piernas tiemblan cada vez más.
Recuerdas el pedacito de papel con el que te limpiaste hace un rato la nariz. Eso tendría que ser suficiente. Lo arrugas de la manera más esponjada posible. Pero es más pequeño que la uña de tu dedo y encima no esta del todo limpio...
En eso, alguien empuja la puerta de tu baño y como el seguro no funciona recibes tremendo madrazo en la cabeza. Les gritas bastante enojadita y como una loca: "OCUPADOOOO !!!".

Mientras continúas empujado la puerta con tu mano libre, suena de nuevo el celular y en el intento de apagarlo definitivamente, el pedacito de kleenex que tenías en la mano se te cae exactamente en un charquito que hay en el piso y no estás segura si es agua u otra cosa!, tus piernas ya no aguantan ya que las clases de aerobicos los dejaste hace un mes y la fuerza no es la misma que cuando tenías 12 años e ibas a clases de ballet así que te vas de espalda y te caes sentada en el inodoro.

Te levantas rápidamente y con un poquito de asco, pero ya es demasiado tarde. Tus lindas y tersas pompis ya entraron en contacto con todos los gérmenes y formas de vida del asiento porque TU! nunca lo cubriste con papel higiénico, que de todos modos no había, aun cuando hubieras tenido tiempo de hacerlo. Mientras piensas en el golpe en la cabeza, el desnuque de la correa de la bolsa, la salpicada del chorro en las piernas, que todavía estás "mojada",el recuerdo de tu mamá diciéndote "que desagradable no sabes que clase de enfermedades podrías agarrarte ahí"...
...El sensor automático del baño está tan confundido que suelta el agua como si fuera una fuente y manda toda el agua que tiene con tal fuerza que te tienes que agarrar del tubo que sostiene el papel de baño (cuando hay) por miedo a que te vaya a chupar y vayas a aparecer en China.

Aquí es cuando finalmente te rindes.

Estás empapada por el agua que salió del baño como fuente. Estás exhausta. Tratas de limpiarte con un celofán de unos chiclets "Adams"; y luego sales disimuladamente al lavamanos.

Te lavas las manos, te las secas con un "disparador" de aire que hace más ruido que un avión y sales pasando junto a la línea de mujeres que aún están esperando con las piernas cruzadas y en estos momentos eres incapaz de sonreír cortésmente.
Un alma caritativa al final de la línea te dice "que vas arrastrando papel higiénico pegado a tu zapato"...

Tironeas el papel del zapato, lo enrollas y lo depositas rudamente en la mano de la mujer que te dijo que lo traías pegado y le dices suavemente: "Toma... puedes necesitarlo nenita...!!!" y sales.

En este momento miras a tu novio que ha entrado, usado y salido del baño de hombres y que tuvo tiempo de sobra para leer una revista "Maxim" mientras te esperaba. "

¿Por qué tardaste tanto?" te pregunta confundido..."estaba preocupado... hasta te llamé al celular por si te había pasado algo...y no contestaste !!!!".

Aquí es cuando de una vez por todas lo volteas a ver y haces una simpatica sonrisa...

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