lunes, 20 de diciembre de 2010

Inquietudes sexuales masculinas (Parte 1)

El que tu chico no hable de las inquietudes que le asaltan dentro del dormitorio no quiere decir que no existan! Date una idea de lo que le pasa a tu pareja por la cabeza en esos momentos!

Para empezar, la extendida idea de que ellos no dan vueltas a las cuestiones sexuales porque se limitan a seguir “su instinto animal” es bastante desatinada. Ellos son perfectamente capaces de mostrase autocríticos y preocuparse tanto como las mujeres.

El problema reside en lo siguiente: si los chicos no suelen facilitar demasiados datos sobre sus emociones, lo harán aún menos cuando se trate de sus inquietudes sexuales, es decir, asuntos de cama.

Es por eso que aquí te muestro algunas de las inquietudes más comunes de los chicos:

“No sé cómo decirle que eso que hace en la cama no me emociona nada (de nada)”

Ningún hombre quiere correr el riesgo de ganarse la antipatía de su compañera sexual, así que si una de tus técnicas sexuales pensadas para excitarlo no funciona, seguramente él preferirá quedarse callado antes que aventurarse a decírtelo y tal vez molestarte. Incluso si le preguntas de modo directo, es muy probable que tampoco diga la verdad de sus inquietudes sexuales. ¿El motivo? Muchos hombres les dicen a las mujeres lo que creen que ellas quieren oír.

Para este tipo de situaciones pueden ponerse a jugar a "Simón dice sexual" y decirle que estas a su disposición que te ordene que hacer, esa puede ser una buena manera de darte cuenta de que le gusta y como. Recuerda que mientras continúe la acción nocturna, el debe guiar cada uno de tus movimientos, de modo que se sienta libre de darte la información necesaria.

“Quizá no le guste mi técnica en el sexo oral”

Te lo creas o no, la mayoría de los hombres disfruta haciendo sexo oral a sus chicas, pero también les preocupa no practicarlo de forma correcta. Y como no tienen poderes extrasensoriales pero sí cierta sensibilidad, en cuanto respondes positivamente a algo que estén haciendo bien, continuarán practicándolo.

Cuando te haya satisfecho, muéstrale hasta qué punto su boca te conduce al éxtasis devolviéndole el favor. Seguramente se sentirá aún más dispuesto a ofrecerte un bis si sabe lo dispuesta que estás a corresponderle sexualmente como el se merece.

“Me gustaría ‘hablar sucio’ durante el sexo, pero no quiero asustarla”

La manera más obvia de hacerle saber a tu chico que te encanta que te susurre pequeñas obscenidades es empezando el diálogo tú misma. Bueno, tampoco necesitas recrear la banda sonora de una película porno… Simplemente decirle que te gusta lo que te hace o contarle al oído lo que le tienes preparado (en un tono suave y sexy, por supuesto) bastará para acabar con sus dudas… y volverlo loco de excitación.

Un modo más discreto de hacerle saber hasta dónde estás dispuesta a llegar es proponer una pequeña conversación sobre sexo. Puedes hacerlo durante los juegos previos o incluso antes de meteros en la cama. Pídele que te cuente una fantasía sexual o que te describa su escena sexy favorita de película (tiene una, seguro). Luego, cuéntale tú la tuya. Además, explícale por qué te excita tanto. Las palabras que uses y las explicaciones que des sobre qué te “prende” y qué no le servirán de guía para descubrir cuál es el aro por el que no estás dispuesta a pasar. Y toda esa estimulante conversación puede que los inspire a la hora de abordar otras prácticas.

“Creo que finge”

El orgullo que siente tu chico por su nueva televisión de plasma no es nada comparado con lo mucho que le importan sus habilidades como amante. De ahí que sea especialmente importante hacerle saber cuándo logra ponerte a cien –mediante gemidos o diciéndole lo mucho que te gustó “eso”–. Pero, del mismo modo que lo halagas, también debes reunir el valor para comunicarle cuándo te ha dejado indiferente. Pase lo que pase, ¡no finjas!

Porque si lo que está intentando no funciona en el sexo, querrá saberlo para probar algo distinto. Ayúdale poniendo tu mano sobre la suya y mostrándole cómo te gustaría que te tocara. Para empezar, acariciarte a ti misma ya es de por sí un gesto muy excitante; pero es que, además, ver cómo te haces cargo de tu propio orgasmo y te muestras tan desinhibida en su presencia aumentará la seguridad que tiene en sí mismo. Si eres directa cuando él no sea capaz de llevarte sobre una nube hasta la meta, estará más dispuesto a creer que no finges cuando le jures que has alcanzado un orgasmo mítico.

Sin embargo, seguirá habiendo momentos en los que sabes que da igual cuánto lo intentes, porque no vas a conseguirlo. En ese caso, toma el control de la situación de modo que tu chico no se agote tratando de llevarte al clímax. Colócate sobre él y despliega tus mejores trucos destinados a convertirle en el centro de atención. De esta forma, cualquier miedo o ansiedad que tenga sobre tu placer se disipará.

Mañana Parte 2
Besooos!!! Fanny!!!

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