lunes, 20 de junio de 2011

15 razones para terminar una relación

Uno de los grandes errores de las parejas de hoy es terminar su relación por motivos que son netamente emocionales, del momento, y que no necesariamente tienen que ver con la relación en sí (en otras palabras, terminar la relación en un arrebato de rabia). En toda pareja hay momentos de acuerdo y de desacuerdo que hay que saber manejar. Sin embargo, hay también asuntos más serios que inevitablemente llevarán, tarde o temprano, al fracaso de la relación. Si no tienen solución, lo mejor es entonces terminar pronto, porque si la relación continúa por pena (por dar un ejemplo) las consecuencias pueden ser peores después.

1. FALTA DE CONTACTO
No estamos hablando de contacto sexual. Al inicio tú y ella no podían dejar de verse ni de comunicarse, no importa si era vía sms, por teléfono, por messenger o por correo electrónico. ¡Y eran horas! pero si ahora no sientes ganas de enviarle ni un mensaje de texto (y mucho menos llamarla) y has empezado deliberadamente a ignorar sus intentos de contactarse contigo, es momento de terminar.

2. NO HABLAN SOBRE EL FUTURO
Si es difícil o incómodo conversar acerca de lo que podría venir dentro de algunos años, como el cómo sería la casa donde ambos vivirían o cómo se llamarían sus hijos, y ni siquiera algo más cercano como la manera en la que pasarán las próximas vacaciones juntos o a los conciertos que van a ir, hay un problema. No pierdas tu tiempo ni se lo hagas perder a ella.

3. NO HAY ESFUERZO
Al inicio ninguno de los dos escatimaba en esforzarse para estar juntos. Hacían lo que sea para salir a caminar, ir de campamento o a la playa, tener salidas románticas espontáneas, etcétera. Si ahora ni tú ni ella hacen esfuerzo alguno por mantener la pasión viva (y es más, tú estás más feliz cuando ves solo la TV) y tampoco por tener un tema de conversación, ¿cuál es el sentido de estar juntos?

4. TODO VALE EN LAS PELEAS
¿Recuerdas las discusiones que tenían al inicio? eran tonterías que terminaban rápidamente y con un beso. Si ahora se desatan batallas campales con gritos e insultos acerca de tu (su) físico, tu (su) peso o tu (su) mamá, es tiempo de terminar. Lo mismo si ella o tú hablan mal uno del otro con sus amigos.

5. PELEAN POR CUALQUIER COSA
Cuando al inicio algo te molestaba, te quedabas callado o en el peor de los casos te dominabas y explicabas con calma qué te había incomodado. Ahora basta cualquier palabra para desatar la pelea del punto anterior. Existe en este caso un resentimiento que puede estar oculto o no, y es una señal de que las cosas se pueden poner peores si no solucionan el tema o no terminan.

6. PELEAN EN PÚBLICO
Pelear con ella es de por sí malo, pero hacer una escena en la calle es una señal definitiva de que tu relación está fuera de control. Si ni a ti ni a ella les importa quién los escucha ni quién los ve, el respeto se ha perdido por completo entre ambos. Llévala a una esquina discreta y dile que estás terminando con ella. Será un favor para ambos.

7. QUIERES TU INDEPENDENCIA
Las cosas pueden cambiar mucho. Al inicio podías caminar junto con ella todo el día, compartir la ducha con ella, encontrarse para almorzar y luego recogerla después del trabajo aunque eso implicara desviarte del camino. Ahora todo lo que quieres es salir con tus amigos o hacer horas extras para evitar llegar a tu casa o pasar más tiempo que del estrictamente necesario con ella. Si sueñas con tu vida de soltero, piensas en románticas relaciones pasadas o fantaseas en convertirte en un playboy, tu relación probablemente haya llegado a un punto de no retorno.

8. NO HAY CONFIANZA
En una buena relación se comparten detalles sin mentiras, secretos ni medias verdades. Si eso se pierde, ¿cuál es el sentido de continuar? si no puedes confiar en ella (ni ella en ti) es tiempo de agarrar tus cosas e irte.

9. CAMBIO DE PERCEPCIÓN
Tú solías pensar que ese lunarcito en la mejilla era adorable. O que su risita chillona era divertida y contagiosa. Ahora ves ese lunar, que físicamente está igual, como un tumor y su risa la sientes insoportable. Si no puedes soportar sus fallas o defectos comunes y corrientes, tu relación llegó a un punto final.

10. YA NO HAY SEXO
Cuando comienzas una nueva relación, ambos parecen conejos. Pero si con el tiempo la sexualidad de ambos se congela y sólo están juntos en fiestas patrias y navidad, es hora de ver qué está pasando. Si la quieres, puedes analizar tu forma de acercarte a ella. Si no hay señales (ni ganas) de mejora con el tiempo, es hora de terminar.

11.INTENTA INFLUIR EN TUS GUSTOS.
El resultado más evidente es que, si entras en esa espiral, acabes dejando de lado lo que a ti sí te gusta sólo por tratar de pasar más tiempo junto a él. Lo ideal es que cada uno acepte y acate los gustos de la pareja, compartiendo lo que tengan en común y disfrutando por separado de lo que no.

12.UNO PONE MÁS DE SU PARTE QUE EL OTRO.
El amor no es un sentimiento altruista, a pesar de que al iniciar el enamoramiento tendemos a obviar los defectos de la pareja en algún momento acabarán aflorando y se convertirán es nuestro peor enemigo. Sé consciente de que dar amor a alguien implica recibir lo propio de su parte, si esto no ocurre… malo. Lo mismo en el caso contrario, si estás en una relación en la cual tú eres la persona que más atenciones recibe, tu pareja llegará un momento en que te lo echará en cara. No se trata de un balance exacto pero, por lo menos hay que tratar de equilibrarlo. Si ves que tú das y no recibes, o sólo recibes, uno de los dos terminará por cansarse de la desigualdad de trato.

13.TU PAREJA NO ENTRA EN NUESTRO ENTORNO HABITUAL.
Este es quizá uno de los problemas más evidentes, pues ocurre de puertas hacia fuera. Si este es tu caso, actúa con inteligencia y procura repartir tu tiempo entre tu pareja y tus amigos y familia. Nunca dejes que una persona que acaba de entrar en tu vida te aparte de tu entorno. Y ten en cuenta que es muy probable que si tu novio no cae en gracia dentro de tu círculo es porque seguramente no te conviene, tus amigos y tu familia sólo desean lo mejor para ti, y muy probablemente él no sea la persona indicada para ello.

14. NO PUEDE TOMAR DECISIONES SIN LLAMAR A SUS PAPÁS, SU AMIGO, SU TERAPISTA O UN PSÍQUICO.
Su inseguridad implica que le cuenta a todo el mundo acerca de los temas más delicados de tu relación. “Ella/eL no sabe realmente cómo es ella/el mism@, así que ¿cómo puedes saber tú con quién realmente estás?”

15. NO TE ENGAÑES LAS PERSONAS NO CAMBIAN.
Cuando en una relación existen puntos de divergencia lo más a lo que se puede aspirar es a que se pulan, nunca a que se cambien. Pongamos un ejemplo, la frase de “si me quiere tiene que aceptarme como soy” es tan válida para ti como para él, por lo que si ambos piensan así, nunca llegarán a entenderse. Cada uno tiene sus virtudes y sus defectos y la clave del equilibrio está en modificar esas conductas que molestan al otro, sin perder nuestra personalidad ni sentir que se nos impone nada. Equilibrio.

Más allá de lo que nos venden en el cine de cómo debe ser una relación sentimental, la vida real nos presenta situaciones con las que lidiar que rara vez se ven plasmadas en la ficción. Por ello, olvídate de los cuentos de hadas de la niñez y hazte a la idea de que una relación madura y estable no se basa ni en las cenas con velas, ni en ver puestas de sol desde la playa (aunque nunca está de más…).

Besooos!!!Fanny!!!

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