Continuación del post de ayer...
A favor de la autoestimulación femenina
Antes de atravesar las fronteras para adentrarte del sexo en pareja, sería muy interesante que practicaras un poco en tu propio territorio.
Sola, únicamente en compañía de tu cuerpo y tu imaginación. Disfruta sin ningún rubor ni carga psicológica de lo que los hombres vienen disfrutando de forma habitual desde la adolescencia: la autoestimulación.
La autoestimulación es el mejor medio para descubrir los estímulos físicos y psíquicos que hacen despertar el deseo, y sus respuestas sexuales.
Además, muchas veces la desilusión por el sexo viene por la incapacidad de llegar al orgasmo en el coito. Con la masturbación se investigan las mejores formas de llegar al clímax, incluso de conseguir orgasmos múltiples, ya que la inmensa mayoría de las féminas alcanzan este estado con facilidad durante la auto-complacencia. Si se sabe lo que desencadena esta explosión, será más fácil trasmitirlo a la pareja y así volver a reavivar el gusto por las relaciones sexuales.
El cómo hacerlo, lo tendrás que averiguar por ti misma. Hay mujeres que gustan de rozar sus genitales con algún elemento externo; otras se quedan quietas, tumbadas, usando sólo sus manos para excitarse; las hay que recurren a instrumentos de formas fálicas para intensificar el placer. Pero lo que es seguro es que la zona clitoridiana es la gran protagonista durante la autoestimulación, ya que al menos el 70 por ciento de las mujeres necesita de este tipo de estimulación para alcanzar el orgasmo. ¡Prueba y descubre dónde radica tu placer!
Prueba el sexo tántrico
Si estás cansada de las mismas posturas, del mismo día, de la misma situación, prueba con algo nuevo. Te proponemos una sesión intensiva de ‘tantrismo’. Porque no hay peor cinturón de castidad para la libido que la monotonía sexual.
La filosofía tántrica considera al acto sexual el medio para conseguir el bienestar físico y emocional. Si no hay deseo, no hay sexo y, por lo tanto, se produce un desequilibrio que afecta a nuestra salud.
Para volver a despertar la libido nada mejor que las caricias. El acariciar y ser acariciado, ayuda a reducir la ansiedad provocada por un deterioro en las relaciones sexuales, y a recuperar la confianza y la autoestima en este terreno.
Las caricias sin prisas, sabiendo que no exigen de una penetración, provoca la excitación. Trabajando en este terreno lograréis volver a reactivar la actividad sexual, redescubriendo vuestros cuerpos como templos del deseo.
Un `kit-kat` tántrico
Reserva en tu agenda un fin de semana. Solla, sin amigos, y apodérate de tu casa.
¿Finalidad? Redescubrir las sensaciones que vuestra piel os puede revelar a través del sexo tántrico. Su método se divide en cinco fases.
- Primera fase: durante unos quince minutos, estimulaos mutuamente todo el cuerpo, con movimientos circulares, evitando las zonas más erógenas como los genitales y el pecho. Un tiempo después, dedica unos treinta minutos a acariciaros de la misma manera.
- Segunda fase: el mismo día tumbaos desnudos en la postura de la cuchara (él te abraza por detrás) el tiempo que quieran, o que pueden, eso sí, sin llegar a la penetración.
- Tercera fase: al día siguiente pueden adentrarse en caricias más íntimas, como la zona de los pechos y genitales.
- Cuarta fase: un tiempo después, pasa al masaje de las zonas erógenas durante una hora aproximadamente.
-Quinta fase: tras una pausa de unos cinco minutos, comienza con la tradicional postura de tú encima de él, con penetración pero sin movimiento. Seguidamente pueden realizar el coito tántrico, que consiste en alternar periodos de unos minutos de penetración (se introduce el pene máximo tres centímetros en la vagina) y de descanso.
Los orientales, famosos en estas lides, afirman que a través de este método tu amante será capaz de hacerte completar los nueve niveles de orgasmo, que aseguran poseen las mujeres, para llegar a la llamada ‘pequeña muerte’ (desvanecimiento que se alcanza al llegar al clímax máximo). Si consideramos que, según ellos, el hombre occidental solamente estimula a la mujer hasta que ésta alcanza el nivel cuarto, aún queda un largo camino por recorrer. Además, esta técnica le ayudará a él a controlar la eyaculación, lo que facilita la prolongación del acto sexual y, por lo tanto, del propio placer.
La medicina al servicio de la libido
Si después de lo comentado hasta ahora tu libido aún sigue dormitando, puede que necesites de las ayudas que la medicina pone a disposición de las mujeres para los casos más serios.
Terapia sexual
Si no existe ningún impedimento físico que impida el deseo sexual, y si ya has agotado todos los truquitos y tu libido sigue ausente, puedes acudir a un especialista (psicólogo o sexólogo). Sola o en pareja, sus técnicas te ayudarán a desenmarañar los factores inhibidores de tu libido. Te enseñará a recobrar los espacios íntimos perdidos y la capacidad para jugar, y dar y recibir placer.
Terapia hormonal
Si tu situación de inapetencia responde a cuestiones hormonales, la solución pasa por someterte a una terapia hormonal. A través de ella, te repondrán los niveles de estrógenos que has perdido y te están causando sequedad vaginal y dolor durante las relaciones, lo que puede desembocar en desinterés por el sexo. El ginecólogo te prescribirá el tratamiento adecuado para ti y el tiempo óptimo que debes llevarlos a cabo para evitar efectos secundarios indeseables
. Parche de testosterona
Investigadores de la Escuela Médica Robert Wood Johnson (Nueva Jersey) señalan como causante de la pérdida de deseo, no la disminución de los niveles de estrógeno (hormona femenina) sino de la testosterona (hormona masculina presente también en la mujer y desencadenadora, según ellos de los estímulos sexuales). Por ello están probando un parche, denominado Intrinsa, de testosterona que puede mejorar la libido y prolongar la vida sexual de las mujeres. Es lo que popularmente se conoce como la primera ‘viagra femenina’. ¿Efectos secundarios? Exceso de vello facial o irritación de la zona en la que se pegó el parche.
Es tan importante la satisfacción sexual en la vida, que muchos investigadores se han lanzado a la búsqueda de la fórmula mágica para hacer recuperar el apetito sexual a las mujeres.
Algunos ejemplos:
La ‘shiagra’: Avner Shemer, un sexólogo israelí, asegura haber descubierto una poción capaz despertar el instinto sexual más dormido. Se trata de una mezcla de sustancias naturales que produce este resultado media hora después de ser ingerida.
Chocolate orgásmico:
la doctora Trudy Barber está trabajando en unas barras de chocolate que contendrán altas dosis del químico phenyl etilamina, secretado por el cuerpo durante el acto sexual, con la finalidad de poder alcanzar el orgasmo con facilidad. Así lo planteó en la Conferencia de la Federación Europea de Sexología, en Brighton.
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