El sexo es una parte básica de una relación sana y equilibrada. Nos conecta íntimamente con nuestra pareja, satisface nuestra necesidad de afecto y contacto físico, aumenta nuestra autoestima y sobretodo fortalece la relación.
Unas relaciones sexuales satisfactorias son buenas para la salud del individuo y también de la pareja.
Una pareja con una vida sexual plena y satisfactoria para ambos tiene muchas más posibilidades de ser duradera e ir superando las dificultades con las que se vayan encontrando. De hecho, gozar del sexo es sinónimo de un nivel alto de complicidad y comunicación entre las dos personas.
El problema es que, a menudo, la rutina, el día a día, el estrés y las tareas domésticas, entre otros factores, hacen que dejemos el sexo para lo último y esto puede tener serias consecuencias en la relación e incluso en nuestra salud física y emocional.
¿Está entre tus prioridades?
De vez en cuando conviene hacer una pausa en nuestra ajetreada vida para reflexionar sobre ella y sobre nuestra relación de pareja. Al hacerlo, debemos preguntarnos si damos a nuestra vida sexual la relevancia que se merece y analizar cuáles son nuestros deseos y necesidades para poderlo hablar después con la pareja y, si hace falta, proponer ideas o cambios.
Pon manos a la obra
Al igual que muchos otros aspectos de una relación de pareja, el sexo debe cuidarse de forma activa y constante. Introducir cambios para romper la rutina puede ser una forma divertida de estimular la relación: una cita en un restaurante íntimo, besos más cálidos para saludarnos, darnos un masaje, un baño juntos, probar nuevas posturas… La cuestión es encontrar momentos a lo largo de la semana para la pareja y para el sexo placentero, y dedicarse a fondo a ello, sin prisas.
Hablar con la pareja de los deseos y necesidades en relación con el sexo es también básico para poder satisfacer y ser satisfechos sexualmente.
Todo ello, sin olvidar que el atractivo sexual que despertamos en nuestro compañero o compañera y la confianza en uno mismo depende también de nuestro aspecto físico. Por eso, es muy recomendable no descuidarse. Estar pendiente (sin obsesionarse) del propio cuerpo, del aspecto del cabello y del cutis, así como de la ropa que vestimos, son pequeñas claves que contribuyen a mantener una vida sexual sana y plena.
En definitiva, mantener una buena relación sexual es la mejor manera de cuidarnos y fortalecer nuestra relación de pareja.
Así que antes de buscar en otro lado o de dejar que la rutina mate la vida sexual con tu pareja, mejor enfocate en sus atributos y recuerda todas las cosas que hicieron que te enamoraras de el/ella.Ponle más pimienta a su vida y no caigan en la rutina. Además recuerda que tener una vida sexual plena ayuda no solamente a tu autoestima también es un excelente alíado del cuidado del cuerpo!
Besooos!!!Fanny!!!
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